Este movimiento ha llegado a Europa para quedarse. Hasta antes de la pandemia, la palabra ‘’permacultura’’ a pesar de practicarse hace ya muchos años, no era apenas conocida por la población global. No fue hasta el confinamiento donde la gente empezó a indagar sobre esta práctica.

El confinamiento nos recordó la importancia de estar en contacto con la naturaleza, de tener un pequeño espacio donde respirar aire fresco y de consumir productos que ayuden al pequeño comercio, así como la importancia de empezar a movilizarse como colectivo para crear economías circulares.

Entonces, ¿qué es la permacultura? Este movimiento nacido en Australia alrededor de 1970 es un sistema de principios de diseño agrícola, económico, político y social basado en los patrones y las características del ecosistema natural. Regido por tres éticas, el cuidado de las personas, el cuidado de la tierra y la repartición justa, esta última haciendo referencia a las generaciones futuras. Dado a su amplio campo, esta palabra a empezado a resonar en la mente de muchos y es que puede que este sistema sea algo a tener en cuenta para ir hacia la resiliencia que estamos buscando.