
Seguramente aquella persona que primero usó la expresión “aquí se respira arte” no pensó en la posibilidad de sumergirse en la experiencia que ofrecen los museos subacuáticos.
¿Quién dijo que en el fondo del mar sólo encontraríamos barcos naufragados?
Y es que hoy es posible bucear entre obras de arte de lo más cautivadoras en distintos rincones del mundo. México, Antillas, Egipto, Italia y España son sólo algunos de los destinos donde descubrir efigies fusionadas en el fondo marino.
Muy probablemente, la Ciudad Sumergida de Cleopatra en Egipto podría haber servido de predecesora de no tratarse de un museo submarino. Lo cierto es que esta ciudad es uno de los mayores yacimientos arqueológicos de la historia. El descubrimiento de una de las grandes metrópolis de la Antigüedad, Alejandría, fundada por el mismo Alejandro Magno en el 332 a.C. Inundada por crecidas y terremotos, ha comenzado a salir a flote en la bahía de Abukir tras 16 siglos sepultada. Uno de los mayores tesoros arquitectónicos que a todo buceador le gustaría descubrir.
En el otro extremo del mundo, el Museo Subacuático de Arte (MUSA) de México, se alza en fondo marino que rodea Cancún y la costa oeste de Isla Mujeres. Con sus más de 500 esculturas de tamaño real fusionadas en arrecifes de coral, este museo es todo un espectáculo bajo el mar. Obra del artista británico, Jason deCaires Taylor, las esculturas de este museo tienen además como objetivo la conservación del medio ambiente submarino. Toda una simbiosis de arte y naturaleza.
De la mano del mismo eco-escultor se suma a la lista de arte sumergido el Museo Atlántico de Lanzarote, iniciativa del Gobierno Canario para ayudar a preservar el fondo marino y que se consolida como el primero en Europa. En este caso, las esculturas de Taylor llevadas a la realidad mediante técnicas como el lifecasting, buscan dar vida a diferentes escenas de la isla. Es comprensible que, en este museo submarino que puede encontrase en el litoral suroeste de la isla de Lanzarote, buceadores de todos los niveles hagan cola para vivir esta nueva experiencia.

R: Cristina García – P: Matt McIntosh/NOAA